Empezamos con el relleno. Cortamos las verduras en juliana, o lo más pequeñas que podamos. Las salteamos en una sartén con un chorrito de aceite, a fuego medio, unos tres minutos o hasta que tomen color. Salpimentamos y reservamos.
En un recipiente mezclamos la salsa de tomate, las verduras, el orégano y el queso rallado. Reservamos.
A continuación, preparamos la masa. Disolvemos la levadura en el agua y le añadimos el aceite. Ponemos la harina en un recipiente grande junto con la sal y luego vertemos la mezcla de levadura, agua y aceite. Amasamos hasta conseguir una masa lisa que no se pegue a los dedos.
Cortamos la masa en cuatro trozos y estiramos cada uno para darle forma de redonda. En un lado de cada redonda, pero sin llegar a los bordes, disponemos una buena cantidad de relleno. Cerramos la redonda sobre sí misma, como si fuese una empanadilla o un sobre, y doblamos el contorno para que el relleno no se escape. Pintamos con huevo batido y horneamos unos 20 minutos a 180 ºC.