De acuerdo, es más sencillo corregir un guiso falto de sal. Pero hay algunos trucos que nos pueden ayudar si hemos pecado de exceso. En las sopas, caldos o guisos caldosos, siempre podemos añadir un poco de agua, al igual que leche si lo que estamos cocinando es una crema o tortilla.
Sin embargo, en guisos y estofados lo mejor es añadir unos pedazos de patata cruda, el mejor aliado para absorber el exceso de sal. A falta de patata, la miga de pan puede ser un apaño. Para pastas, arroz o verduras, lo más recomendable es pasarlos por agua.
Pero no olvides que el mejor de los trucos es pecar por defecto, ir probando periódicamente y corrigiendo el punto de sal a medida que se cocina.