¿Querías dar chispa a un guiso y has conseguido que salten chispas de tu lengua? Suele pasar si no estás acostumbrado a usar el picante, pero también suele tener solución. Quizás puedas solucionarlo añadiendo un chorrito de agua al guiso, un poco de manzana rallada, una patata o una cucharadita de azúcar.
Si así no funciona, apuesta por los productos lácteos. Algunos contienen una proteína llamada caseína que reduce los efectos del picante, prueba con un yogur o una cucharada de nata siempre que le vaya bien al guiso.
¿Pese a tus esfuerzos pica como un mal bicho? Acompaña el plato con arroz blanco, pan y un vaso de leche. Te aliviará.