Olvídate de la festividad de Todos los Santos: aunque no sea una de nuestras tradiciones, Halloween resulta muchísimo más divertido. Esta fiesta a base de disfraces de espanto y grandes dosis de chucherías y calabazas nos ha llegado directamente de los países anglosajones, a golpe de películas y series yanquis. Si tú también estás en modo , te damos algunas pistas para tunear tu calabaza y hacer que quede más de muerte que la del vecino:
PONLE CARA. Empecemos por lo básico: ponerle cara y ojos a la calabaza. No es muy complicado: solo necesitas cuchillos bien afilados para cortarla y vaciarla. Antes que nada, dibuja la cara que quieres conseguir con un rotulador (te proponemos una sonrisa en zigzag para darle más rollete). Después, siguiendo la forma dibujada, recorta dejando agujeros. En la parte superior, corta practicando un círculo y vacía el interior (puedes conservar esta carne para cocinar un estupendo pastel o sopa de calabaza ). Voilà!
VELAS. Mucho ojo, porque aquí estamos jugando con fuego: si somos algo patosos, la broma puede acabar mal, así que mejor será andarse con cuidado. Coloca dos velitas en el interior de la calabaza previamente vaciada, a la altura de los ojos. Al encenderlas de noche, seguro que más de uno se llevará un susto cuando llame a tu puerta con aquello de “¿Truco o trato?”.
MIEMBROS DESCUARTIZADOS. ¿Quieres darle un susto de muerte a tu suegra para que se le quiten las ganas de volver a visitaros por sorpresa? (Pobres suegras: siempre reciben ellas.) En un rincón de tu casa, dispón una cabeza de calabaza con una falsa pierna fabricada con un trozo de pantalón viejo y una bamba saliendo de su boca. ¡Muahahaha! Y si tu suegra persiste y regresa a pesar de todo, al menos te echarás unas risas viendo cómo se le ponen los pelos de punta.
GUSANITOS QUE DAN REPELUZ. Vale, lo reconocemos: da cierta grima, pero garantizamos que causa su efecto. ¿Qué te parece rellanar tu calabaza de Halloween con espaguetis cocidos y gominolas en forma de gusanos? ¡Yerrrrk!
SANGRE Y MÁS SANGRE. Recubre tu calabaza con coulis de frutos rojos o salsa kétchup para emular una sangrienta masacre. ¡La hemoglobina siempre triunfa en estas fechas!
