Buena, no: ¡excelente! Se nos ocurren pocas cosas que combinen tan bien como la pasta y el queso. Estos viejos amigos permiten múltiples opciones que nunca cansan a los amantes de ambos alimentos (y son legión).
De todos modos, conviene reservar la pasta con queso para el almuerzo: en la cena es mejor optar por combinaciones menos calóricas, como la pasta con verduras o con un simple chorro de aceite de oliva y una pizquita de parmesano.