En solo cuatro pasos puedes conseguir un plato absolutamente delicioso. ¡Así que no lo dudes más!
1️. Sazona el salmón con sal y pimienta.
2️. En un recipiente plano, mezcla un chorro de vinagre balsámico, un chorro de aceite de oliva virgen extra, unas gotas de limón y alguna hierba al gusto. El eneldo le sienta de maravilla, pero puedes echarle romero u orégano. Si te gusta el ajo, ¡no te cortes!
3️. Introduce el salmón en la mezcla y enfríalo en la nevera durante una hora. Dale alguna vuelta para que se empape bien por ambos lados.
4️. ¡Ya lo puedes cocinar en una sartén bien caliente, vuelta y vuelta!