La hipertensión es uno de los principales problemas de salud pública del siglo XXI y la principal causa de muerte y discapacidad en los países desarrollados. El aceite de oliva extra virgen y la cocina mediterránea pueden ayudarte a combatir la hipertensión, pues proporcionan los nutrientes necesarios para regular la presión arterial.
El primer paso para prevenir la hipertensión es seguir una dieta saludable. Varios estudios como el PREDIMED han establecido la relación entre el consumo de polifenoles (la principal fuente dietética de antioxidantes) y un menor riesgo a sufrir hipertensión. Por suerte, la dieta mediterránea está llena de alimentos ricos en polifenoles: las verduras y hortalizas, el aceite de oliva, las nueces, el te, el vino o los frutos rojos.
La variedad de los diferentes productos que ingerimos y la preferencia por los alimentos frescos, de temporada y mínimamente procesados, aseguran la variedad de los nutrientes y pueden maximizar los efectos positivos de nuestra alimentación.
Los beneficios del Aceite de Oliva Extra Virgen
El aceite de oliva virgen extra (AOVE) contiene una gran cantidad de polifenoles (100-600 mg/kg) que tienen un gran efecto en su estabilidad y las características nutricionales. El contenido fenólico del aceite de oliva virgen extra está influenciado por la variedad, ubicación, grado de maduración y el tipo de procedimiento de extracción del aceite usado. Asimismo, los compuestos fenólicos se eliminan cuando el aceite es refinado por lo que debemos escoger siempre el aceite de oliva virgen extra.
El consumo de aceite de oliva virgen extra con mayor proporción de polifenoles disminuye el estrés oxidativo y de inflamación sistémica gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Las frutas y verduras, frutos secos, semillas y aceitunas también deben estar presentes en los platos ya que son buenas fuentes de grasas saludables, proteina, antioxidantes naturales y fibra.
Aumentar el consumo de legumbres y pescado y disminuir el de carne roja también es recomendable. Los huevos, no deben sobrepasar los cuatro a la semana, y los alimentos ricos en azúcar y grasas deben ser consumidos en pequeñas cantidades y solamente de vez en cuando.
Polifenoles y PREDIMED
En el estudio PREDIMED, se avaluó el efecto del consumo de los polifenoles en la hipertensión arterial en 263 hombres y 325 mujeres con riesgo cardiovascular elevado y edades comprendidas entre los 55 y 80 años. Entre los individuos con un índice más alto de polifenoles detectados, el riesgo de sufrir hipertensión disminuyó en un 36% en comparación con aquellos que tenían un nivel de polifenoles menor en el organismo.
Otro sub-estudio, también dentro el PREDIMED, asignó a 1.139 participantes con alto riesgo cardiovascular una dieta baja en grasa y dos variantes de la dieta mediterránea: una suplementada con aceite de oliva virgen extra y otra con frutos secos.
Se comprobó que las dietas mediterráneas suplementadas con aceite de oliva y frutos secos contribuyen a elevar la cantidad total de polifenoles. Así, un alto índice de éstos dio como resultado un efecto positivo sobre la presión arterial en una población mediterránea de avanzada edad.
Los resultados de PREDIMED han corroborado por tanto que una dieta con alimentos ricos en polifenoles (como lo es la Mediterránea y, muy especialmente, el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos) puede resultar clave en la prevención y el tratamiento de la hipertensión.
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