La cebolla caramelizada sienta bien a casi cualquier plato, y una buena manera de prepararla es utilizando vinagre de Módena.
Para ello, solo tendremos que cortar la cebolla bien fina, en juliana, y freírla a fuego medio con aceite de oliva virgen extra. Una vez empiece a dorarse añadimos un par de cucharadas de azúcar de caña (para una cebolla de unos 500 gramos) y cocinamos a fuego lento hasta que el azúcar se funda del todo con la cebolla. A continuación, añadimos unos 75 ml de vinagre de Módena y dejamos que la mezcla se vaya reduciendo lentamente.
¡Ya tendremos el complemento ideal para cualquier plato!