Toma nota de estas recomendaciones y tus platos de pasta parecerán llegados directamente de Italia. Buon appetito!
- Sigue escrupulosamente las indicaciones del fabricante y no dejes que la pasta se cueza ni un segundo más de lo que diga el paquete. Debe quedar al dente, incluso un pelín dura, para que termine de cocerse con la salsa bien caliente.
- Ni se te ocurra echar aceite en el agua. ¡OMG!
- Jamás de los jamases laves la pasta una vez cocida. ¡A cualquier italiano le daría taquicardia si lo viera! Solo hay una excepción: puedes hacerlo si vas a preparar una ensalada de pasta fría.
- No recalientes la pasta, pues perdería todo su sabor y textura. También para esta regla hay una excepción: está permitido en el caso de la pasta al horno.
- Prepara la salsa mientras la pasta se cocina; de este modo te aseguras de que ambas estén bien calientes en el momento de mezclarlas.
- Si quieres preparar las auténticas recetas italianas, hazte con las originales, ya que en general hay cierta confusión. ¿Sabías, por ejemplo, que la carbonara no lleva nata? ¿O que la auténtica boloñesa lleva más carne que tomate?