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Conservas de tomate caseras

25 mayo 2015

El verano es temporada de tomates y, aunque en estas fechas del año nos duela profundamente hacer cualquier cosa que no sea estar tumbado al sol revista en mano, es un momento ideal para dedicar una tarde a elaborar conservas de tomate caseras, una labor sencillísima que nos solucionará numerosas cenas cuando llegue el invierno, ya que podremos llenar la despensa para aproximadamente un año.

Recordemos, pues, cómo le fue el invierno a aquella legendaria cigarra cantarina, compremos unos tomates de calidad, frescos y sabrosos, y pongámonos manos a la obra con unas sencillas conservas de tomate…

1.- Quita las ramas de los tomates, lávalos bien e introdúcelos durante aproximadamente un minuto en una olla de agua hirviendo, con el objetivo de quitarles la piel con facilidad. Te será más fácil si haces un pequeño corte en forma de cruz en la base de los tomates antes de ponerlos a hervir.

2.- Retira los tomates del fuego, escúrrelos y elimina la piel con cuidado de no dañar el producto. Recuerda que durante todo el proceso es importante ser delicado, pues cuanto menos sufra el producto y menos lo manipulemos más sabrosa estará nuestra salsa de tomate casera.

3.- Pon una olla bien grande al fuego, hasta que el agua llegue a ebullición. En ese momento introduce los botes que vas a usar para guardar los tomates y hiérvelos durante unos cinco minutos. Una vez pasado este tiempo ya estarán correctamente esterilizados. Sécalos bien.

4.- Corta los tomates por la mitad, tratando de eliminar el exceso de agua, e introdúcelos en los botes. Si prefieres guardar los tomates directamente triturados sólo tienes que pasarlos por la batidora.

5.- Una vez introducidos los tomates, siempre tratando de que quede poco espacio entre ellos, añade aceite de oliva virgen extra hasta el borde del tarro y, si lo deseas, una hoja de laurel o de albahaca. La idea es que no quede aire en el interior. Ciérralos herméticamente.

6.- Por una olla grande con agua a hervir y, cuando empiece a borbotear, introduce los botes durante 30 minutos, en vertical, con la tapa hacia arriba y completamente cubiertos de agua. Para asegurarte de que los botes han quedado herméticamente cerrados puedes ponernos un rato boca abajo para asegurarte de que no se derrama el contenido.

¡Ya estarán listas! Guarda tus conservas de tomate en un lugar fresco y seco y te durarán aproximadamente un año.

Algunos trucos…

* Si añades unos ajos y unos pimientos, tendrás un fantástico pisto listo para cocinar en cualquier ocasión.

* Si fríes el tomate con un chorro de aceite de oliva virgen extra antes de hacer la conserva, te vas a ahorrar mucho trabajo cuando llegue la hora de cocinarlo. Simplemente tienes que freírlo a fuego bajo durante unas dos horas, colarlo correctamente para eliminar pepitas y restos, y ya lo tendrás. Una buena opción es hacer mitad y mitad: conservar la mitad crudo, para los platos que no requieran fritura, y el resto frito.

* Si a la fritura de tomate le añades unas cebollas, zanahorias y otras verduras al gusto tendrás una fantástica y nutritiva salsa, ideal para tus platos de pasta.

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