¿Sabías que la masa del macaron francés se prepara con almendras? ¿Y que uno de los dulces más típicos de Turquía se elabora con pistachos? Damos una vuelta al globo revoloteando entre nueces, avellanas y piñones; cruzamos océanos y nos damos un atracón de dulce para contarte cuáles son los platos de repostería con frutos secos más famosos del mundo.
Si hay un recetario al que le gusta especialmente el uso de frutos secos es el que comparten los países que tienen influencias orientales y mediterráneas. El chamiat, por ejemplo, es un pastel de origen sirio elaborado con varias capas de pasta filo, relleno de almendra y cubierto de miel y pistachos; muy parecido al famoso baklawa, de origen persa, un dulce popular en cocinas como la turca o la balcánica, preparado con una masa de nueces envuelta en pasta filo y bañada en almíbar o miel.
Desde la India llega la versión dulce de sus populares samosas, en este caso rellenas de frutos secos y no de verduras o de carne, y el gajar barfi, un jugoso pastel de zanahoria que lleva almendras laminadas u otros frutos secos picados, como por ejemplo los pistachos, en la parte superior. De textura más dura son los ghribat, unas galletas de aspecto agrietado preparadas con frutos secos como almendras o cacahuetes que encontrarás en Argelia o Marruecos, así como el faqqas, un perfecto compañero de té del norte de África.
Cruzamos el estrecho de Gibraltar y en España recatamos una de las tartas más representativas de su cara norte, la tarta de Santiago o compostelana, cuya receta original lleva simplemente almendras, azúcar y huevos. Como también los panellets, más propios del levante, que se preparan con almendra molida y se cubren de piñones.
Con nombre de carrera, París-Brest es la ruta ciclista más antigua del mundo pero también un clásico de la repostería francesa; una rueda de masa choux rellena de praliné y cubierta de avellanas. De la cocina dulce alemana hay que recordar otro mítico, el apfelstrudel, un hojaldre relleno de manzana que también es común encontrarlo con pasas y frutos secos.
Italiano es el panforte, postre cuyo origen se sitúa en la zona de La Toscana y que se prepara con miel, azúcar, chocolate, harina, especias y una mezcla de frutos secos que quedan en el interior. Más jugoso sin embargo es el spotted dick inglés, un pudin relleno de pasas y frutas que se suele servir acompañado de natillas. Y lleno de frutos secos, como anacardos, almendras o nueces, es el mazurek, un dulce polaco de pasta brisa, mermelada y cobertura de frutos almibarados.
Antojo, ¿verdad? Pues terminamos con un archiconocido en todo el mundo: el brownie americano, un pastel de chocolate con el interior salpicado de nueces que nos ofrece un divertido “crunch” en boca. Irresistible.