Cuando uno descubre el gran potencial que tiene la fruta como parte de una ensalada, nada vuelve a ser como antes. ¿No nos crees? Hagamos un ejercicio rápido: párate un segundo a pensar en la cantidad y variedad de frutas que existen, empieza a cruzar posibilidades y verás cómo te abruma el montón de nuevas combinaciones que se te ocurren.
No nos des las gracias, experimenta. Experimenta con fruta fresca, pero también con aliños, cremas balsámicas y vinagretas de carácter frutal. No imaginas lo bien que le va un toque de frambuesa al tomate o de mango al queso. ¿Te apetecen más propuestas? Pues mira estas tres recetas de ensalada con fruta, te encantarán.
Ensalada de queso de cabra, fresas y espinacas
Preparamos una base de espinacas frescas, tersas y con textura, y la combinamos con queso de cabra, caracterizado por su cremosidad y potencia de sabor. Lavamos, secamos y laminamos unas fresas; las incorporamos a las espinacas mezcladas con el queso de cabra, y aliñamos la mezcla con aceite de oliva virgen extra, sal y vinagre (si lo prefieres, vinagre balsámico de Módena). Si te apetece redondearlo, añádele unos piñones tostados, pasas o nueces. Le vendrán estupendamente!
Ensalada de aguacate, mango y gambas
En este caso, cambiamos las espinacas por rúcula, un brote verde con un ligero sabor picante. A nosotros nos encanta, pero si tú prefieres un sabor más suave, puedes combinar la rúcula con canónigos. Para completar esta ensalada, solo falta que añadas a esta base verde algunos langostinos cocidos, pelados y limpios (sírvete de un palillo para retirar la tripa fácilmente), así como mango y aguacate en pedazos de tamaño al gusto.
Endivias con pera y queso azul
Ideal como entrante o aperitivo, esta ensalada es un festival de sabores que equilibra en cada bocado el amargo de la endivia, el picante y salado del queso azul y el dulce de la pera. Lavamos y secamos bien las hojas de endivia y las disponemos, con la parte cóncava hacia arriba, en un plato. Desmenuzamos el queso azul y lo ponemos en la concavidad de las hojas. A continuación, incorporamos la pera, en láminas o en daditos, y coronamos las endivias con unas nueces peladas y troceadas.
