Cuando hablamos de combatir el envejecimiento solemos pensar en el aspecto de la piel y obviamos el deterioro celular, que afecta a todos los órganos. Pues bien, ni cremas antiedad a precios estratosféricos, ni tratamientos invasivos que a la larga nos pueden perjudicar. El secreto para cuidarse comienza por tener siempre en la despensa los siguientes alimentos:
Aceite de oliva
Sus grasas insaturadas, con propiedades cardiosaludables, mejoran el riego sanguíneo a todas las partes del cuerpo. Además, es una buena fuente de antioxidantes, por lo que ayuda a prevenir el envejecimiento celular. Asegúrate de incluirlo a diario en tu cocina: ¡no hay mejor fuente de la eterna juventud!
Frutos secos
No solo contienen, como el aceite, grasas insaturadas, sino que son ricos en ácidos omega 3, cuyas propiedades antienvejecimiento han sido contrastadas por importantes instituciones. También se halla en el pescado azul, de modo que una picadita de frutos secos sobre nuestro atún, salmón o sardinas va a ser infinitamente mejor que cualquier producto milagroso.