Estos rollitos son ideales para aprovechar restos de nevera. Si te sobra una pechuga de pollo de la cena anterior, qué mejor que darle una nueva oportunidad con esta magnífica idea. Los rollitos se pueden comer tal cual, aunque tostados en la sartén también quedan muy ricos.
¡Recuerda! Si los comes fríos puedes añadir unas hojas de espinacas frescas o de lechuga: así conseguirás un mayor colorido y una textura crujiente muy, muy interesante.