La pasta es un alimento que se enfría con rapidez, lo que nos va muy bien cuando hacemos ensaladas pero hace que tengamos que correr cuando tenemos invitados. Para que la pasta llegue siempre a la mesa bien calentita (no debemos confiar en que sea la salsa la que acabe calentando la pasta) un truco es calentar previamente tanto los platos de los comensales como las fuentes en que se va servir.