¿Quién no daría su reino por unas patatas fritas? Históricamente, Francia y Bélgica se disputan el origen de esta preparación culinaria, aunque su popularidad la debemos, en gran parte, a los Estados Unidos. En cualquier caso, estaremos todos de acuerdo en que las patatas fritas están riquísimas. Pero… ¡OMG! No conviene abusar de ellas si queremos mantener la báscula a raya.
No pasa nada, porque existe una alternativa menos calórica e igualmente riquísima a esas patatas fritas que rompen corazones: las patatas al horno. ¿Que no saben a nada? ¡Falso! Hazte con unas patatas de buena calidad, añádeles un chorrito de aceite de oliva virgen extra y especias al gusto y verás qué placer.
Podemos filetear las patatas, cortarlas en barritas o simplemente partirlas por la mitad. Mientras las pelamos y cortamos, precalentamos en horno a 200 ºC y, una vez preparadas las patatas, les añadimos sal y pimienta al gusto y el aceite de oliva virgen extra. Luego las introducimos en el horno con una bandeja y las dejamos entre 35 y 50 minutos, dependiendo del corte que hayamos elegido. Y ya tendremos listas unas riquísimas y saludables patatas asadas. Termina de aderezarlas con un toque de vinagreta mediterránea y verás que no tienen nada que envidiar a las patatas fritas. Palabra.
¿El horno es un electrodoméstico que te da pereza? ¡También puedes hacerlas al microondas!