Para que nuestras patatas fritas caseras queden estupendas, hemos de asegurar una fritura perfecta, ya sea en sartén o freidora. Para ello, la patata tiene que estar cortada de forma bastante simétrica y quedar totalmente sumergida en el aceite de oliva. Se realiza primero una fritura a fuego medio, para que la patata se cueza por dentro y adquiera una textura suave y melosa. A continuación, retiramos las patatas y subimos el fuego. Una vez el aceite esté muy caliente, damos un toque final a nuestras patatas para que adquieran un tono dorado y una textura crujiente por fuera.
Blog
La doble fritura: el secreto de unas patatas fritas diez
23 junio 2017