No debemos subestimar los efectos de calor veraniego, como tampoco escatimar en precauciones. Las altas temperaturas, los efectos del sol y el riesgo de deshidratación hacen de estos meses un momento de especial alerta. Toma nota de los siguientes cuatro consejos y vive un verano responsable:
* No te expongas al sol y evita la actividad física durante las horas centrales del día.
* Presta especial atención a tu hidratación. Aumenta el consumo de agua y zumos naturales.
* Utiliza cremas con elevada protección frente a los rayos UVA.
* Viste ropas ligeras, de tejidos naturales (algodón o lino) y colores claros. Utiliza viseras, sombreros, gafas de sol con filtros UVA y otros elementos que te protejan del sol.
* Protege de los efectos del calor a los lactantes, niños menores de cuatro años, personas mayores y a las personas afectadas de enfermedades crónicas, personas dependientes y las que realizan trabajos en el exterior o actividades deportivas intensas.