La osteoporosis es una enfermedad degenerativa del esqueleto, que se caracteriza por la pérdida de masa y densidad de los huesos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), supone un grave problema para la salud pública y representa el segundo problema sanitario asistencial en el mundo después de las enfermedades cardiovasculares, por el progresivo envejecimiento de la población.
Para conseguir una buena salud ósea es preciso seguir una dieta adecuada, variada y completa. Es importante que sea rica en minerales como el calcio, magnesio y cinc. Los alimentos ricos en calcio son la leche, yogures y queso y también las legumbres, frutos secos y frutas desecadas que también destacan por su contenido en magnesio y cinc.
Hay que tener en cuenta que el sedentarismo de los niños y jóvenes menores de 30 años comprometen la mineralización y densidad del hueso en formación. Mejorando la alimentación y realizando actividad física, se puede reducir la osteoporosis en la edad adulta.
A partir de los 50 años, una de cada tres mujeres y uno de cada ocho hombres sufrirán a lo largo de su vida, al menos, una fractura provocada por la osteoporosis. A pesar de ello, la mayoría de las mujeres no creen estar en riesgo de padecer esta enfermedad, cuya principal consecuencia son las fracturas de cadera, de columna vertebral y de muñeca. Se puede realizar una densitometría ósea para valorar la salud del hueso y si es necesario tomar alguna medida para prevenir posibles fracturas.