¿A quién no le gusta un grilled cheese sandwich? A pesar de su sencillez, este glorioso bocado puede hacerte tocar el cielo si lo preparas bien. La receta clásica lleva solo tres ingredientes: pan de molde, mantequilla y queso. Se aconseja utilizar un queso, o mejor una mezcla de quesos, que fundan bien con el calor: mozzarella, cheddar, gouda, emmental… Para que el sándwich se tueste bien por fuera y sea cremoso por dentro, los glotones más expertos aconsejan no poner la mantequilla directamente en la sartén, sino untar las dos lonchas de pan por el lado que estará en contacto con la plancha. Esto permitirá darle una textura crujiente de manera uniforme.
¿Cómo hacerlo más saludable? Sustituye la mantequilla por aceite de oliva virgen extra. El aceite de oliva extra contiene polifenoles, además de poseer virtudes añadidas como su capacidad de mejorar la circulación y la función intestinal. ¡Y aportaráun sabor inigualable al sándwich!
Y, para darle un toque especial, añade unas aceitunas verdes o negras picadas bien finas: tu grilled cheese sandwich se transformará en un original aperitivo. Corta las lonchas de pan de molde en cuatro triángulos, rellénalas con tu queso favorito y añade las aceitunas (¡las de Borges vienen ya cortadas!). Pasa el sándwich por la sartén y listo: el aperitivo perfecto en 5 minutos. Sí, sí, CIN-CO.