¿Quién dijo que una fiesta para los peques de la casa no puede estar repleta de opciones naturales y saludables? Los sándwiches son grandes aliados en este tipo de eventos porque son fáciles de coger y de comer para los niños. Y no hay motivo para descartarlos porque pueden ser un bocado de lo más saludable.
Eso sí, opta por rellenos frescos, magros y naturales. Huye de salsas y de quesos grasos. Y si tienes opción, prepara en casa el pan o cómpralo en alguna panadería con horno propio y elaboración artesanal, que ya son muchas las que han añadido a su oferta el pan de molde cortado. Te asegurarás un destacable recorte en azúcares y grasas innecesarias.
Sándwich mixto… ¡tropical!
Un toque de fruta hará que un clásico se convierta en un sándwich más divertido y natural. Añade una fina rodaja de piña entre las lonchas de jamón york bien magro o pavo y queso desgrasado. Aportará además un toque de frescura.
Sándwich de queso crema y nueces
Tritura un puñado de nueces y mézclalo bien con una tarrina de queso crema desgrasado. La mezcla homogénea te permitirá jugar fácilmente con la forma. Por ejemplo, puedes presentar el sándwich enrollado o en círculos sirviéndote de un vaso ancho como molde.
Sándwich Popeye
Mezcla el contenido de unas latas de atún en aceite de oliva bien escurrido con un poco de mahonesa light y unas gotas de limón. Colócalo entre panes añadiendo unas hojas de espinacas frescas. ¡Una estupenda fuente de proteínas! Opta por un pan más denso o por rellenar medias pitas para que la mezcla no acabe reblandeciendo demasiado la miga del pan si no se van a tomar de inmediato.