El brunch combina los platos típicos del desayuno con los más propios del almuerzo. Ya lo dice su etimología: brunch = breakfast + lunch. Por lo tanto, el brunch perfecto es una mezcla de alimentos dulces y salados, aunque conviene no abusar de piezas de bollería, azúcares simples o alimentos excesivamente grasos como las salchichas o el beicon.
¿Cómo montar un brunch saludable en un plis plas? Aquí tienes cuatro tostadas que quitan el hipo, y que podrás acompañar con un buen zumo de frutas y algún pequeño guilty pleasure dulce.
De aguacate, queso azul y semillas de sésamo y chía. No olvides añadir un chorro de aceite de oliva virgen extra y verás qué delicia. Si escoges un buen pan integral de cereales, el placer estará servido.
De queso camembert y salmón ahumado. Completa el festín con aceite de oliva virgen extra y unas hojas de rúcula fresca.
De tortilla de espárragos trigueros. Escalda los espárragos antes de elaborar la tortilla, que cocinarás con aceite de oliva y una pizca de sal. Completa con unas rodajas de tomate.
De hummus y verduras de temporada. Berenjena, calabacín, zanahoria, puerro y unos champiñones casarán a la perfección con una capa de hummus sobre un buen pan tostado integral. Healthy hasta decir basta.
¿Con cuál de estas tostadas vas a crear el brunch perfecto?