La Pascua es un buen momento para dar rienda suelta a nuestra creatividad y abrazar estas tradiciones, típicas de diferentes países, que nos harán disfrutarla al máximo. Te damos algunas ideas para vivir una Semana Santa original, internacional… ¡y divertidísima!
Pintar huevos duros
He aquí una actividad estupenda para hacer en familia. Solo hay que hervir los huevos durante 10 minutos hasta que queden bien duros, secarlos, dejarlos enfriar y pintarlos al gusto. Podemos utilizar pintura acrílica de colores o bien espray, añadir toques de purpurina e incluso pegarles plumas u otros elementos decorativos. Quedarán perfectos para decorar un pastel o para poner en una cestita como centro de mesa. Es una costumbre muy típica en países como Rumanía, donde la gente se vuelca en ella y en todas las ciudades organiza concursos de huevos pintados.
Preparar una colomba
Este dulce típico de la Semana Santa en Italia es el equivalente pascual al pannetone y el pandoro. Se elabora con harina, mantequilla, huevo, azúcar y ralladura de naranja confitada y con un rico glaseado de almendra, y una de sus grandes ventajas es que podemos darle la forma que queramos. Así pues, ¡imaginación al poder y a vivir una Semana Santa a la italiana!
Hacer volar una cometa
Una bonita tradición para el lunes de Pascua es hacer volar una cometa tras un pícnic y una buena dosis de chocolate. Los aficionados a estos artilugios surcadores de cielos celebran con especial alegría la llegada de la Semana Santa, época en que se da por inaugurada la temporada de cometas. Una buena actividad para hacer en familia es dedicar la tarde a fabricar una de forma manual, pintarla y decorarla al gusto, y tenerla lista para sacarla a volar cuando llegue el lunes. Es una tradición muy habitual en España, sobre todo en la ciudad de Valencia.
Disfrazarnos de brujas y brujos
Todas aquellas personas a las que les gusta disfrazarse deberían pasarse por Finlandia para celebrar la Semana Santa. Allí, los más pequeños se enfundan disfraces terroríficos e intercambian caramelos por hojas de sauce pintadas. En este país escandinavo también es muy habitual encender hogueras el Sábado Santo, ya que sirven para ahuyentar los malos espíritus, según la tradición.
Esconder huevos en el jardín
Para una Semana Santa a la manera anglosajona, podemos esconder huevos de chocolate en el jardín para que los pequeños de la casa (o los no tan pequeños) se dediquen a buscarlos por todos los rincones. Es una tradición muy arraigada de la Holy Week británica, en la que además se toman los deliciosos hot cross buns, unos bollos con especias y pasas que suelen degustarse en Viernes Santo. En Estados Unidos, el popular Easter Bunny (conejo de Pascua) irrumpe cada año en la Casa Blanca, que abre sus puertas a los niños, para esconder huevos en los jardines.
Conocer a Bilby
Si la vida nos lleva a Australia en Semana Santa, es probable que en algún momento nos vayamos a topar con Bilby, un marsupial autóctono que vendría a ser la versión australiana del clásico conejito. Con el objetivo de proteger a esta especie local, por estas fechas se elaboran en Australia miles de Bilbys de chocolate, que vuelven locos a niños y mayores.
Campanadas cargadas de dulces y caramelos
Así celebran la Semana Santa en Francia, un país en el que las campanas dejan de sonar durante toda la semana. Cuenta la tradición que estas viajan a Roma y, cuando regresan, lo hacen cargadas de dulces y caramelos para los niños, que suelen aparecer en el jardín.
Colgar huevos de colores en los árboles
Eso es lo que hacen en Alemania, una actividad que suele reunir a grandes y pequeños alrededor de los árboles del jardín. Son muchos los que pintan personalmente los huevos, aunque muchos otros los compran ya pintados; lo importante es dar un toque de color en forma de huevo a los árboles, en una fecha tan señalada.