¿Eres de los que siempre preparan la misma ensalada de pasta? ¿Te gustaría sentirte más creativo? Tranquilo, traemos algunas ideas distintas para dar alegría a tu recetario de cabecera con un toque de mar, fruta fresca, aliños, hierbas… Echa un vistazo, seguro que se te ocurren otras tantas combinaciones más.
Aguacate y gambas
Combina la pasta cocida con aguacate, gambas cocidas y peladas (o langostinos), cebolla morada y un poquito de cilantro fresco bien picado. Una mezcla sencilla que armoniza lo delicado del guacamole con el frescor de la cebolla y el cilantro. Para rematar, le vendrá de lujo una vinagreta de Módena o un sencillo aliño con aceite de oliva, pimienta y lima. Ten cuidado al remover la ensalada para que los pedazos de aguacate no acaben desmenuzados. Y si prefieres una versión templada, puedes sustituir las gambas cocidas por gambas salteadas.
Tomates secos y mozzarella
Una mezcla muy italiana con un toque especial. Pasta, mozzarella fresca, aceitunas negras, tomate seco y albahaca. Puedes utilizar tomate fresco, pero la gracia de esta propuesta proviene, precisamente, de la potencia y la personalidad del tomate seco. Una vinagreta de frutos secos le irá como anillo al dedo, pues potenciará su identidad más mediterránea.
Melón y feta
Ya vimos lo bien que casan el melón y el queso feta en estas recetas veraniegas, una combinación que ahora aprovechamos para diseñar una propuesta de ensalada con un toque dulce: pasta, melón troceado, queso feta en daditos, hojas de espinaca frescas y un puñadito de pasas. Refrescante y golosa a la vez. Alégrala con una crema balsámica de Módena o con aceite de oliva y pimienta.