Reír y comer son dos de los grandes placeres de la vida. ¿Y si los combinas con estas bromas gastronómicas ideales para sorprender en el April Fools’ Day?
El falso huevo frito
¿Qué tal si agasajas a tus allegados con un desayuno especial a base de huevo frito? Prepáralo con yogur griego y albaricoque (desayunarán igualmente, pero no lo que ellos creían).
La tarta que no es tarta
La cosa va así: invitas a comer a alguien y como primer plato le pones el postre. Se quedará a cuadros, porque lo que no sabe es que la base de esta tarta es carne y la cremita es puré de patatas con colorante rosa. Mejor que tengas lista una tarta de verdad para el postre porque va a quedarse con las ganas.
Y de postre… ¡chocolate!
Pues no, lo que parece chocolate no lo es en realidad. ¡Son uvas! ¿Otra idea? ¿Y si bañas una col de Bruselas en una crema de chocolate y presentas las bolas como si fuesen un bombón? Ay, pillín, pillín…