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¿Qué ocurre en tu cerebro cuando te comes un fruto seco?

22 septiembre 2017

Media mañana. Estás en la oficina. El temible gusanillo hace acto de presencia y tu primera tentación es correr hacia la máquina de aperitivos sin mirar atrás y zamparte algún producto repleto de grasas saturadas y glutamato monosódico. ¡Craso error! En estos casos, nada mejor que un buen puñado de frutos secos, que además de ser sanos y nutritivos nos harán también mejores personas. Sí, como lo oyes: mejores seres humanos. Por todos estos motivos…

MÁS LISTOS. Cuando ingerimos frutos secos como nueces y almendras, la conexión neuronal mejora de inmediato, según un estudio de la Universidad de Boston, gracias a su contenido en polifenoles y otros antioxidantes. Esto significa que mejoran las habilidades motoras y la rapidez mental, cosa que probablemente nos hará recomendar frutos secos a diestro y siniestro.

MÁS FELICES. Un estudio de la Universitat de Barcelona demuestra que el consumo continuado de nueces durante doce semanas eleva notablemente los niveles de serotonina, sustancia responsable, entre otras cosas, de mejorar nuestro humor. Y, en líneas generales, buena falta que hace.

MÁS ÁGILES. Así lo afirmó la revista Neurochemical, que sugería que el extracto de nueces posee efectos protectores frente el estrés oxidativo que ocasiona el Alzheimer, gracias a su contenido en ácido alfa-linoleico.

MÁS TRANQUILOS. Debido a su poder saciante sin parangón, los frutos secos son el tentempié ideal que nos ayudarán a llegar a las comidas principales sin que nos entren ganas de devorar al camarero. Nos despediremos de la ansiedad, dejaremos atrás los ataques de hambre canina y mostraremos al mundo un despliegue de temple y carisma. Benditas nueces.

MÁS DESPEJADOS. Los frutos secos nos ayudarán a decir adiós a esa cara de pocos amigos de los lunes, a ese aspecto inconfundible de no haber dormido desde el viernes pese a que, en realidad, nos hemos pasado el fin de semana en el sofá viendo Netflix. Las propiedades sedantes y relajantes de los frutos secos nos ayudan a combatir el estrés y conciliar el sueño, por lo que resultan ideales para todos aquellos que se llevan los problemas a la cama.

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