Paso 1.
Derretir una parte del chocolate negro en un cazo al baño María. Reservar la otra parte del mismo chocolate. Cuando esté derretido completamente incorporar la parte de chocolate negro que teníamos reservado para atemperar o bajar la temperatura.
Paso 2.
Con la mezcla de todo el chocolate negro, rellenar con la mitad de los moldes que escojamos, por ejemplo una cubitera (pero, atención! Sólo rellenar la mitad del molde). Reservar una parte del chocolate negro para la parte final.
Guardar el molde relleno de chocolate en la nevera (como mínimo) una hora.
Paso 3
Mientras, fundir el chocolate blanco junto al aceite removiendo poco a poco.
Paso 4
Añadir la mezcla a los moldes que teníamos en el frigo sin cubrir del todo.
Dejar enfriar de nuevo en el frigorífico.
Paso 5
Añadir la última capa de chocolate negro y limpiar el molde a ras con una espátula.
Paso 6
Dejar reposar y desmoldar.