En un bol mezclamos los huevos con la bebida de nuez y la sal. Añadimos la harina poco a poco y sin parar de remover, para que no se formen grumos —si utilizamos una batidora, el proceso se agilizará bastante. Cuando obtengamos una masa lisa y sin grumos, incorporamos la levadura y ya tendremos la masa base de nuestros pancakes.
A partir de ahí, se trata de echarle fantasía con las pepitas de chocolate: podemos utilizarlas como guarnición o añadirlas a la masa para que se deshagan con el calor de la sartén. ¡O podemos hacer ambas cosas!
Incorporamos la mitad de las pepitas de tres chocolates a la masa de las tortitas, untamos una sartén con un poco de mantequilla y cocemos una pequeña cantidad de masa cada vez, un minuto por lado.
Una vez preparadas las tortitas, las apilamos formando torres y espolvoreando con las pepitas de chocolate sobrantes, las almendras molidas y la miel.
¡Seguro que no os sobra ni una miguita!