La fruta por excelencia de las copiosas comidas navideñas, tan querida y temida al mismo tiempo… ¡por miedo a cortarte o a cortarla mal! Este año, ármate de valor y demuestra tu poderío a toda la familia a la hora de los postres.
Primero: elige la piña adecuada, es decir, en su punto. ¿Y cómo saberlo? Arráncale una hoja de la parte superior antes de comprarla. Si sale con facilidad es que está madura.
Segundo: una vez en casa, escoge un cuchillo bien afilado, y corta los extremos para poder colocarla en posición vertical. Por último: retírale la piel de arriba abajo. Repasa bien la pieza hasta dejarla impecable. Cuando termines, túmbala y trocéala en rodajas no muy gruesas. Así te asegurarás que puedan repetir… ¡Porque lo harán!
Y por si te has quedado con ganas de servirla como algo más que como postre, aquí tienes algunas de nuestras recetas con piña: arroz con piña, gambas y pasas o pollo con piña al curry.