No lo decimos nosotros, sino un estudio hecho con animales y elaborado por la Universidad de Granada que demuestra que la ingesta prolongada de aceite de oliva virgen extra, en comparación con grasas como la de pescado o la de girasol, aumenta la esperanza de vida.
Los resultados fueron más que contundentes: aquellos alimentados con aceite de oliva virgen presentaban un promedio de vida mayor y tenían una curva de supervivencia más extendida a lo largo de su vida que los alimentados con aceite de girasol.
El trabajo ha sido publicado en la prestigiosa The Journals of Gerontology, Series A: Biological Sciences, la revista dedicada al estudio del envejecimiento más veterana de los Estados Unidos, fundada en 1946.