Dicen que el desayuno es la comida más importante del día porque aporta el combustible necesario para afrontar la jornada a tope. Pero eso no implica pasarse con las calorías, sobre todo si cuidamos nuestra dieta. Una buena opción es desayunar una tortilla de claras de huevo con espinacas; solo las claras, sin las yemas, para controlar la cantidad de calorías. Una vez batidas, échalas en la sartén y añade luego las espinacas. ¿Quieres más sabor? Complétala con cebolla molida.
Puedes combinar este plato con un vasito de bebida de nuez, 100% vegetal, baja en grasas y con los beneficios nutricionales de este fruto seco (antioxidantes, omega 3, ácido fólico y magnesio), que cuidan la salud cardiovascular. Los intolerantes a la lactosa y los veganos la aman. ¡Alerta, golosos! Si no puedes vivir sin un toque de chocolate en tu vida, agrega una cucharadita de cacao puro a tu bebida de nuez y obtendrás un desayuno gourmet a más no poder.