Dejamos de lado la fórmula de entrante, principal y postre para proponer una cena a base de picoteo, con diferentes platos al centro que conquistarán a grandes y pequeños. Una mesa divertida, además de saludable, para salirse de la rutina de vez en cuando. ¿Compartimos?
Brochetas de langostinos con mango
Es una idea rápida y sencilla, perfecta para momentos finger food y cuyo contraste de sabores resulta delicioso. Solo necesitarás langostinos cocidos y mango fresco, además de unos palitos para montar las brochetas. Por un lado, pelamos los langostinos y retiramos la tripa; por otro, pelamos el mango y troceamos en dados. Insertamos en la brocheta de forma intercalada, dejando libre una parte para poder cogerlas con comodidad. Puedes acompañarlas de alguna mahonesa original o una fresca vinagreta. ¿Cómo emulsionarla? Echa un ojo a este truco.
Nuggets de merluza
Le damos la vuelta al clásico nugget de pollo para lanzarnos a su versión más marinera. Una manera de “disfrazar” el pescado para que los peques de la casa no rechisten. Necesitamos merluza fresca (lomos, rodajas… o quizá restos de una merluza cocinada, ya que esta receta es perfecta para reaprovechar pescado que nos haya sobrado). En el caso de estar sin cocinar, cocemos el pescado (unos 8 minutos por cada 500 gramos) en abundante agua con sal y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Una vez listo, lo dejamos enfriar, le retiramos todas las espinas y desmenuzamos con la mano. Por otro lado, calentamos aceite de oliva virgen extra en una sartén y añadimos 200 ml de leche evaporada. Removemos e incorporamos la merluza desmenuzada. Corregimos de sal, mezclamos bien y dejamos enfriar. Hacemos bolitas con la mezcla, las pasamos por huevo y pan rallado y las freímos en abundante aceite de oliva virgen extra. ¡Deliciosas!
Minipizzas en pan de pita
Revisamos un clásico en formato mini y sustituyendo la masa de pizza por pan de pita. Nadie se podrá resistir… Extendemos una buena capa de tomate frito sobre los panes, a continuación, una capa de mozzarella rallada (o cualquier otro tipo de queso que tengas a mano) y finalmente el resto de ingredientes: pavo, aceitunas, atún en conserva, pollo, etc. Como en la receta anterior (perfecta para dar salida a restos de pescado guisado) estas pizzas se prestan al reaprovechamiento de un montón de cosas que tengamos por la nevera. Un toque de orégano y unos minutos al horno.